¿Qué es mejor, comprar una vivienda nueva o comprar una vivienda antigua para posteriormente hacerle reformas?
- Publicado por Manuel Fajardo
- El 17 septiembre, 2018
- 20 Comentarios
Esta es la gran pregunta que se realizan numerosas personas antes de embarcarse en uno de los posibles proyectos que cada uno se plantea a lo largo de su vida.
Por supuesto antes de iniciar la búsqueda de un piso hay que ver y analizar las posibilidades económicas que personalmente se tenga en ese momento determinado, pero tampoco hay que olvidar otros factores colaterales e igualmente importantes como son las zonas de la ciudad donde se desea vivir y los servicios que la misma pudiera ofrecer (accesibilidad a los transportes públicos, facilidad de aparcamientos, paradas de metro, cercanía a lugares de ocio, cultural, de comercio, centros de salud, colegios, zonas peatonales, carril bici, parques, factores de seguridad en el barrio, etc).
Adquirir una vivienda de segunda mano y que se haya usado por sus anteriores moradores durante muchos años lleva aparejada la compra de un inmueble de una construcción muy antigua, donde la distribución existente de tabiquería, carpinterías de madera, carpinterías metálicas, instalaciones (luz, agua, gas, telecomunicaciones), revestimientos y diferentes acabados de la misma estarán ya excesivamente deterioradas y sumamente obsoletas.
No obstante, al contrario de lo que muchos piensan y a pesar del lamentable estado de habitabilidad que presente un piso antiguo (tanto técnica o estéticamente, así como de uso) existen varios factores posteriores que pueden influir positivamente para que el comprador potencial estudie la posibilidad de su compra frente a otra vivienda de nueva construcción.
Por ello y sopesando numerosas situaciones posteriores mucho más ventajosas que la inicial, puede que la balanza se incline en la decisión final apostando por la compra y reforma integral de un piso antiguo.
Aunque como dice el refrán…. “en cuestiones de gustos no hay nada escrito…”, a continuación les expongo mi opinión sobre el título y el dilema que se presenta en este artículo:
DESVENTAJAS DE UNA VIVIENDA COMPLETAMENTE NUEVA:
Cuando alguien compra una vivienda completamente nueva, indirectamente los compradores (y a pesar de haber realizado un gran esfuerzo económico) se están “sometiendo” a una distribución espacial preconcebida arquitectónicamente del piso y que en la inmensa mayoría de los casos no se ajusta a las necesidades de nuestro estilo de vida, impidiendo la posible comodidad familiar y malogrando en definitiva el uso y disfrute que se pudiera desarrollar en el mismo durante muchos años de vida doméstica.
Actualmente este tipo de nuevas edificaciones se ubican en los lugares más lejanos a las zonas céntricas de la ciudad, por lo que desgraciadamente (y de forma habitual) los transportes públicos no llegan con los horarios y la asiduidad que debería corresponderse.
Al hilo de la situación explicada en el párrafo anterior, por norma general en este tipo de viviendas el propietario utiliza con mayor número de frecuencia su propio vehículo como transporte cotidiano, añadiéndose por tanto otras incomodidades colaterales como son los atascos de circulación en las horas punta y el estacionamiento u aparcamiento final del vehículo en el lugar de destino.
Los problemas de retrasos para poder acceder a los lugares de trabajo, ocio, cultural, comercial y educativos, entre otros, acarrea finalmente al propietario stress y angustia por no llegar a tiempo al destino deseado, conllevando y añadiendo a su vez otro problema más (no menos importante) como es el sobrecoste diario en combustible que para ello se necesita (e incluso por duplicado si existiesen dos coches por domicilio).
Es cierto que en lugares más céntricos de la ciudad existen aún bolsas de terrenos libres donde se levantan edificios de nueva planta o que incluso se rehabilitan antiguas edificaciones de la ciudad, construyéndose así nuevas viviendas con teóricas “grandes calidades”, pero que sin embargo “se venden” por parte de las diferentes inmobiliarias a precios completamente disparatados y desorbitados, a mi entender sin la suficiente relación calidad-precio por m2, siendo además realizados con una distribución de tabiquería (como ya se indicó en los párrafos anteriores) no acorde a nuestras condicionantes particulares y habituales.
Hoy en día las viviendas de nueva construcción suelen tener unos espacios muy reducidos, con superficies útiles de escasa dimensión que provocan diariamente notables incomodidades de uso. Todo ello está condicionando negativamente en la calidad de vida de los propietarios, aumentándose aún más si a corto o mediano plazo de haber adquirido la vivienda (con no pocos esfuerzos) la familia deseara crecer en número la cantidad de sus miembros.
Indicar igualmente que las viviendas de obra nueva suelen estar situadas en lugares con grandes urbanizaciones, con espacios ajardinados, con piscina, garajes e incluso con varias instalaciones deportivas, lo que determina a su vez de un mayor grado de mantenimiento y por extensión de mayores gastos mensuales de Comunidad o de Inter-comunidad.
VENTAJAS DE COMPRAR UNA VIVIENDA ANTIGUA PARA POSTERIORMENTE HACERLE REFORMAS:
Normalmente los pisos más antiguos se encuentran ubicados en barrios consolidados y céntricos de la ciudad, ofreciendo mayores servicios (accesibilidad a los transportes públicos, facilidad de aparcamientos, paradas de metro, cercanía a lugares de ocio, cultural, de comercio, centros de salud, colegios, zonas peatonales, carril bici, parques, factores de seguridad en el barrio, etc), que otras posibles viviendas de nueva construcción que se encuentran más lejanas a estas zonas.
Este tipo de viviendas suelen tener unas superficies útiles bastantes más amplias que las construcciones modernas.
Al tratarse de construcciones de pisos antiguos la vivienda estará muy obsoleta y envejecida, sin embargo aunque la ubicación de la misma haga que el precio por m2 sea algo elevado, el hecho de tener que realizarle una reforma integral a la vivienda determina que el valor del producto final se revalorice exponencialmente, incluso mucho más que otro tipo de piso de nueva planta que se hubiese construido en la misma zona.
La reforma integral en una vivienda antigua deja a la misma con innumerables posibilidades de distribución y disfrute para el nuevo inquilino, dotándola con los mejores acabados e instalaciones que se quisiera realizar en la misma.
Una vez terminada la obra de reforma, el acabado definitivo sería como la entrega de una vivienda de nueva planta pero ubicada, dotada, revestida, dimensionada y distribuida a la carta para el disfrute según las indicaciones que el propietario quiso del inmueble, siendo un producto terminado a un coste mucho menor en proporción calidad-precio y de superficies que otras equiparables de nueva planta.
Indicar por otra parte, que muchas de estas viviendas se encuentra situadas en edificios también antiguos que necesitan de arreglos en las zonas comunes del mismo, por lo que es recomendable que en los primeros años de uso de la vivienda reformada el nuevo propietario se implique en la Junta Directiva de la Comunidad de Propietarios con objeto de realizar, poco a poco, mejoras que ayuden a modernizar instalaciones y revestimientos de dichas zonas comunes, optimizando aún más las posibilidades y recursos para el estado y mantenimiento general de la edificación en su conjunto.
Siempre he pensado que los edificios son como las personas, que para que sigan fuertes y funcionando tienen que cuidarse, mantenerse, reformarse o renovarse constantemente, siendo los aparejadores los profesionales más cualificados para acometer este tipo de obras, comportándose en este caso como los auténticos “médicos” en el gremio de la Construcción.
20 Comentarios